LILIANA HEKER: MUJER, IDENTIDAD, LENGUAJE EN TIEMPOS DE CRISIS

Resumen

Uno de los temas que rigen la literatura argentina del siglo XX con carácter de continuidad en relación con el siglo anterior es el de la identidad. La literatura construye discursos identitarios interactuando con la historia y la sociedad a través de manifestaciones culturales que inciden en lo personal y en lo colectivo, elaborando así sus representaciones simbólicas, según las circunstancias y las demandas del
contexto social al que ella hace referencia.
La novela argentina de las últimas décadas del siglo XX replantea problemáticas identitarias vinculadas con lo social, lo histórico y lo cultural en un diálogo con los discursos perpetrados por el Estado y sus proyecciones e influencias en cada campo cultural, obteniendo como resultado, prácticas sociales que devienen un encadenamiento de configuraciones de diferentes disciplinas, de paradigmas socio-culturales de los que forman parte un conjunto de valores, costumbres, hábitos.
La sociedad se sostiene en una serie de normas que aún hoy se posicionan como una categoría, como un orden social que afecta y/o desafecta prácticas individuales; un caso, la cuestión de la identidad de género en la que también interviene el proceso de identidad personal; o sea, la formación de un sujeto que indefectiblemente es parte de los otros, pero en ese sumarse a los otros, la diferencia, de índole cultural aún evidencia una marcada tendencia a pertenecer en la dicotomía, a la segunda parte del binomio dominador/dominado, pues el individuo mujer no pertenece al conjunto en igualdad de condiciones con el hombre; aunque como el otro, conforma su identidad mediante las relaciones con la historia, con las prácticas familiares y con el entorno social del que procede y con el que comparte, aún así, todavía persiste un fuerte mandato de la masculinidad.